RUTA TEMPLARIA EN MALLORCA - INCA
LOS TEMPLARIOS EN INCA
La capebración real asigna una alquería bastante extensa, Marniza, de 15 jovadas y un rafal de 4 jovadas, Maiori, a la casa del Temple. En el término de Inca, los Templarios tuvieron, pues, 19 jovadas.
El 8 de julio de 1231 el rey Jaume, concedió a los templarios dichas posesiones en la persona de fray Ramón de Serra, comendador de la Orden en Mallorca.
En los años 1318-1319, entre los ingresos reales, aparecen por primera vez en la relación de bienes en Inca: “allò que fou del Temple”
La Orden Militar del Temple, que tanta intervención tuvo en la conquista de Mallorca y de la cual salió tan beneficiada en posesiones, Inca en concreto, como vimos en su lugar, fue suprimida por el papa y por el Concilio general de Viena en 1311.
En la supresión jugaron un papel de primer orden los intereses económicos de los estados, encabezados por Francia y por su rey Felipe IV.
La ambición, por parte de los reyes, de hacerse con los númerosos bienes del Temple comenzó cuando se veía inminente la supresión de la Orden.
Es un indicio claro que el papa, ya en 1308, confiara al obispo de Mallorca, Guillem de Vilanova, la administración de las posesiones del Temple en la isla y rogara a Jaume II que detuviera a los templarios para entregarlos al obispo y a los inquisidores.
Una vez suprimida la Orden, el 15 de marzo de 1313, el papa manda al obispo de Mallorca que administrase justicia contra los templarios de la diócesis y el 11 de julio transferir los bienes que fueron del Temple a la Orden de los Hospitalarios, pidiendo al rey Sanç ayuda para hacer tal traspaso; al día siguiente reservó en la Sede Apostólica parte de dichos bienes.
Pero los planes del papa no se ajustaban a los del rey Sanç de Mallorca.
Pese a la orden pontifica de 1308, Jaime II y después su hijo Sanç ordenaron a los procuradores reales que fueran ellos los nuevos administradores; el rey Sanç no respetó la decisión papal de transferir a la Orden del Hospital los bienes del Temple, si no que puso condiciones y abrió negociaciones. Por eso el papa tuvo que conceder el 15 de julio de 1313, el perdón al rey de Mallorca y a otros que habían retenido bienes del Temple.
Finalmente el 20 de abril del año siguiente se hizo la transacción y el acuerdo entre el rey Sanç y los hospitalarios sobre los bienes del Temple, parte de los cuales quedaron de propiedad real.
Precisamente fue en Inca donde el rey Sanç retuvo más posesiones del Temple, 25 en total: tres viñas, 16 casas o conjunto de casas, dos de ellas con tierra y una con huerto, 2 piezas de tierra, un rafal, un celler, dos huertos.
Cada una de las posesiones tenía sus enfiteusis que pagaban censales: un huerto era del rector de Inca, que pagaba 5 sous.
Los censaleros eran 29, ya que algunas propiedades estaban partidas en dos, y los censales subían a 423 sous, en diezmos pagaban 7, una daba tres pares de gallinas.
Los años 1318-1319 el rey cobró a Inca 9 libras “d’allò que fou del Temple”.
Entre las entradas anuales de Inca a la procuración real, había partidas provenientes “d’allòque fou del Temple” y que el rey Sanç se había reservado en Inca.
SA POTA DEL REI, conmemora la historia de la conquista de Mallorca, que se menciona en el "Llibre dels fets", la autobiografía de Jaime I.
Un grupo de moros, encabezados por su jefe llamado Xuaip, se atrinchera en las montañas de la Serra de Tramuntana y aterrorizó a los nuevos pobladores cristianos alrededor de Inca. El Rey Jaume I el Conquistador no solo vino en persona para resolver el problema, sino que persigue a un grupo de estos saqueadores, el caballo del rey resbaló en roca mojada y con el casco dejó una huella en forma de ranura. El Rey se puso en pie rápidamente y cortó en pedazos a los moros saqueadores, dicen que los trozos más grandes que dejó fueron sus orejas.
Se puede ver en la roca cerca del monumento, una huella como la marca de un casco de caballo.
REDACCIÓN.
Comentarios
Publicar un comentario